domingo, 4 de julio de 2010

¿QUÉ ES EL TDAH?

El trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, es un desorden de tipo neurológico, que afecta a un 5% (aproximadamente) de los niños en edad escolar.
El diagnóstico del síndrome de hiperactividad, al contrario de muchos otros, no es fácil, ya que:
- No se identifica con rasgos ni carencias físicas
-El nivel de inteligencia no se ve afectado por el síndrome
-Los grados y sintomatología son muy variados.
Sin embargo los problemas en la escuela y en el entorno social son enormes, y los padres nos vemos impotentes la mayoría de las veces para explicar en la escuela “que le pasa a nuestro hijo”, ya que no cuentan, salvo escasísimas excepciones, con una información adecuada sobre el problema y por lo tanto con una preparación adecuada.
Este desorden suele caracterizarse por presentar 3 síntomas:

• Déficit de Atención.

• Hiperactividad.

• Impulsividad.

DEFICIT DE ATENCIÓN

• Dificultades para mantener la atención concentración.

• Parece que no escucha.

• No siguen instrucciones.

• No termina actividades.

• Dificultades para organizar tareas.

• Dificultades para retener datos y órdenes.

• Extravían objetos.

• Evitan esfuerzo mental.

• Se distraen.

• Descuidados en actividades diarias y actividades académicas.


HIPERACTIDAD

• Se mueve continuamente en su asiento.

• Abandona su asiento.

• Corren, saltan en situaciones inapropiadas.

• Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas.

• Siempre en movimiento.

• Necesidad de cambiar de actividad continuamente.

• Hablan en exceso.

• Propensos a los accidentes.

• Dificultades en la coordinación motora.


IMPULSIVIDAD

• Actúan antes de pensar.

• Precipitan respuestas.

• Dificultades para guardar turnos.

• Interrumpen actividades o conversaciones.

• Dificultades para medir las consecuencias de sus actos.


En términos muy generales las personas que sufren TDAH tienen menos capacidad para controlar su actividad, sus impulsos y fijar la atención y esto trae consigo dificultades en el rendimiento escolar, trastornos de conducta y de relación con la familia, baja autoestima y problemas de socialización.
Los síntomas aparecen de forma continuada, en todos los ámbitos y no desaparecen con la edad adulta.
No obstante si este trastorno se orienta correctamente, muchas de las características que aparecen en la infancia evolucionan a aspectos muy positivos en los adultos. La distración se puede convertir en creatividad, la hiper-actividad en productividad y la impulsividad puede engendrar una fuerte orientación en el trabajo.

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