El trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, es un desorden de tipo neurológico, que afecta a un 5% (aproximadamente) de los niños en edad escolar.
El diagnóstico del síndrome de hiperactividad, al contrario de muchos otros, no es fácil, ya que:
- No se identifica con rasgos ni carencias físicas
-El nivel de inteligencia no se ve afectado por el síndrome
-Los grados y sintomatología son muy variados.
Sin embargo los problemas en la escuela y en el entorno social son enormes, y los padres nos vemos impotentes la mayoría de las veces para explicar en la escuela “que le pasa a nuestro hijo”, ya que no cuentan, salvo escasísimas excepciones, con una información adecuada sobre el problema y por lo tanto con una preparación adecuada.
Este desorden suele caracterizarse por presentar 3 síntomas:
• Déficit de Atención.
• Hiperactividad.
• Impulsividad.
DEFICIT DE ATENCIÓN
• Dificultades para mantener la atención concentración.
• Parece que no escucha.
• No siguen instrucciones.
• No termina actividades.
• Dificultades para organizar tareas.
• Dificultades para retener datos y órdenes.
• Extravían objetos.
• Evitan esfuerzo mental.
• Se distraen.
• Descuidados en actividades diarias y actividades académicas.
HIPERACTIDAD
• Se mueve continuamente en su asiento.
• Abandona su asiento.
• Corren, saltan en situaciones inapropiadas.
• Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas.
• Siempre en movimiento.
• Necesidad de cambiar de actividad continuamente.
• Hablan en exceso.
• Propensos a los accidentes.
• Dificultades en la coordinación motora.
IMPULSIVIDAD
• Actúan antes de pensar.
• Precipitan respuestas.
• Dificultades para guardar turnos.
• Interrumpen actividades o conversaciones.
• Dificultades para medir las consecuencias de sus actos.
En términos muy generales las personas que sufren TDAH tienen menos capacidad para controlar su actividad, sus impulsos y fijar la atención y esto trae consigo dificultades en el rendimiento escolar, trastornos de conducta y de relación con la familia, baja autoestima y problemas de socialización.
Los síntomas aparecen de forma continuada, en todos los ámbitos y no desaparecen con la edad adulta.
No obstante si este trastorno se orienta correctamente, muchas de las características que aparecen en la infancia evolucionan a aspectos muy positivos en los adultos. La distración se puede convertir en creatividad, la hiper-actividad en productividad y la impulsividad puede engendrar una fuerte orientación en el trabajo.
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